Tal vez replantear tu idea de negocio es lo que necesitas
Probablemente una vez que se ha echado a andar un emprendimiento, las personas piensen que sus ideas revolucionarán el mercado y que, gracias a ella, llegarán muy lejos. Sin embargo, en muchas ocasiones la concepción que se tiene de esas ideas no se terminan reflejando en cómo están resultando las cosas realmente.
Para ponerlo desde una perspectiva más práctica, lo que se piensa no es lo que realmente está sucediendo en el mundo real, es decir, en la mente está la creencia de que todo está saliendo como debería y que la idea de negocios es la mejor en mucho tiempo, sin embargo, lo cierto es que puede que esa idea no es sea buena y por eso esté fallando de manera catastrófica.
Aunque pueda impactar, esto sucede con mucha frecuencia con los emprendedores, básicamente porque las ideas son pésimas. Pero ojo, en ocasiones puede que no se trate de la idea en sí, sino del tiempo en el que se está impulsando y con un público equivocado.
Por eso, sin importar cuántos capitalistas de riesgo y ángeles se intenten atraer con almuerzos gratis, promociones y discursos adornados, si la idea fundamental para la startup es pésima, es muy probable que se afronten dificultades.
Algo delicado…
Sin duda alguna es un tema delicado, ya que cuando una persona decide emprender, es porque quiere ser disruptiva, encontró su pasión y quiere desarrollarla a como dé lugar, por lo que es fundamental pensar muy bien las cosas y analizar diversas aristas antes de dar el paso decisivo al aventurarse en el mundo del emprendimiento.
Pensemos por un momento en ideas de negocio que surgieron hace algún tiempo y que para el momento es probable que hayan tenido varios detractores, por ejemplo, Uber, Airbnb, Bitcoin, incluso Amazon pueden haber parecido terribles para otros, sin embargo, han logrado mantenerse a flote y ser referencia en el mundo.
¿Cómo saber si una idea es terrible?
Acá es fundamental hacer un análisis profundo que permita definir si es que se están cometiendo fallas que afectan a la idea primigenia o si, por el contrario, es la idea en sí que es terrible.
A continuación, mencionamos algunas señales que pueden ayudarte a determinar si la idea de negocios va mal:
No hay originalidad
Esto es algo muy común, puede que te apasione el diseño gráfico, por poner un ejemplo, sin embargo, tu propuesta no se sale de los parámetros establecidos y terminas ofreciendo lo que otros ya están ofreciendo, si a esto se le sumas que se trata de un mercado algo saturado, pues es probable que tengas mayores problemas para echar a andar tu proyecto.
Lo clave para que una idea de negocios tenga éxito y llegue a más personas es que te atrevas a pensar fuera de la caja y proponer cosas que otros ni locos se atreverían. Analiza lo que otros están haciendo, conoce tu nicho y atrévete a innovar, ofrece algo exclusivo para tus clientes.
La idea es poco emocionante
Aquí sucede que en ocasiones puede que la idea realmente sea buena, pero a ti no te apasiona, no la sientes parte de ti y por ende no pones el menor empeño por sacarla adelante.
Si esto es lo que realmente está sucediendo debes parar en el acto, ya que de nada sirve que te mantengas en una situación que, lejos de alegrarte e impulsarte a dar más, te está sumergiendo en el fondo de la tierra, donde no encuentras una salida y donde todo lo verás negativamente. Recuerda que el éxito de una empresa dependerá de quien la dirige y si en tu caso ves todo con malos ojos y sin ganas, estarás destinado al fracaso.
Tomas a la ligera las tendencias del momento
Con esto no queremos decir que se debe responder única y exclusivamente a lo que esté pasando en la cotidianidad, solo por moda, NO. La idea es analizar si tu idea de negocios es capaz de amoldarse a lo que va sucediendo, a los cambios, si es capaz de fluir y adaptarse. Por ejemplo, con todo el tema de la pandemia, muchos emprendimientos que se encargaban principalmente de confeccionar franelas u otras prendas de vestir, comenzaron a fabricar tapabocas que, además de combinar con sus creaciones, ayudaran a las personas a hacer frente a la realidad, fluyendo así con el entorno.
Muchas veces las ideas de vanguardia son difíciles de llevar a cabo, sobre todo cuando no se tienen a la mano los recursos inmediatos, sin embargo, es realizable si se buscan vías alternas de escape y se replantean las estrategias. Si consideras que tu idea no está resultando tan buena, puede que este ejemplo te ayude, lo bueno de tener ideas de vanguardia es que puedes hacer dinero rápido y puedes invertirlo mucho antes en nuevos materiales.
No cuentas con los requisitos mínimos
Aunque muchos te digan que no hace falta tener dinero para echar a andar una buena idea, lo cierto es que sí hace falta, al menos contar con los requerimientos mínimos de capital y materiales para hacerla realidad.
Cada idea es un mundo y son tan diversas que su éxito será proporcional a la energía y la creatividad que cada persona le imprima. Algunos de los requisitos mínimos de una idea, desde el punto de vista conceptual, deben ir desde satisfacer una necesidad de mercado o solucionar un problema, ser relativamente fácil de financiar y de ejecutar, ser competitiva y que le apasione al emprendedor.
Son solo algunas señales para estar atentos, recuerda que no es necesario que una idea de negocio sea “perfecta” para que alcance la meta deseada, pero sí debe ser sólida, cargada de pasión, energía, esfuerzo y constancia.
Por GGBA
