Muchas son las ventajas y beneficios que la tecnología ha aportado no sólo al individuo, sino también a la sociedad. Pero esta era digital también acompaña esos beneficios con algunos efectos negativos psicosociales conocidos como “tecnoestrés”.

Expertos clínicos advirtieron hace más de 30 años los riesgos que ocasionaba la excesiva exposición a las nuevas tecnologías, limitada para el momento al uso de las computadoras. Lo que hoy conocemos como tecnoestrés parte de una definición muy sencilla, se trata del estrés que provoca el uso de la tecnología en cada situación de la vida del ser humano.

Las personas son cada vez más dependientes de computadoras, teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos electrónicos que posibilitan el contacto permanente. Pero su uso extremo puede tener efectos adversos directos o indirectos sobre actitudes, pensamientos y conductas del trabajador, ocasionando disfunciones en el organismo.

El Tecnoestrés en el trabajo

La tecnología ha cambiado hábitos en los diferentes ámbitos donde la persona se desenvuelve y el laboral es uno de ellos. La dinámica laboral hoy en día obliga a los empleados a estar conectados casi todo el día. Es un trabajo que no se ciñe al espacio físico de la oficina, sino que llega a la calle, a la casa, donde quiera que la persona se encuentre. Muchos de los usuarios de las nuevas plataformas no están conscientes de que son víctimas del tecnoestrés, especialmente de problemas como nerviosismo y ansiedad.

Los efectos de la prolongada exposición a la tecnología son aspectos que los departamentos de prevención de riesgos laborales de algunas empresas ya están considerando. La materia ha sido caso de análisis en diferentes frentes, incluyendo el académico. La Universidad Abierta de Cataluña (UOC) concluye, en un estudio, que el tecnoestrés “se convertirá en un nuevo riesgo laboral, pues las nuevas formas de trabajo como el trabajo a distancia y la omnipresencia causada por las TIC pueden originar en el trabajador sentimientos de incapacidad, desfase o una adicción”.

¿Cómo evitar el tecnoestrés?

Usar la tecnología estrictamente lo necesario es la mejor manera de evitar los efectos nocivos del tecnoestrés. En los casos en que el desempeño laboral dependa por completo de la exposición a plataformas tecnológicas, existen estrategias que sugiere a las empresas impulsar actividades deportivas o de recreación para bajar la tensión entre el personal.

En algunos países se obliga a las empresas a aplicar pausas activas laborales a manera de promover bienestar entre los trabajadores. Estas prácticas ayudarán no sólo a mejorar la salud del empleado con cambios de posturas y rutinas. Sino al ambiente laboral, en general, al permitir una mayor interacción social entre compañeros.

Tipos de tecnoestrés

De acuerdo con varios estudios, los tipos de tecnoestrés se han clasificado de la siguiente manera:

La tecnoansiedad suele ser el más habitual, se manifiesta a través de malestares por altos niveles de activación fisiológica.

La tecnofatiga produce cansancio mental o agotamiento cognitivo por el uso continuado de las nuevas tecnologías.

La tecnoadicción describe el deseo compulsivo de la persona de estar conectado en todo momento, lo que ocasiona un desgaste continuo.

En definitiva, quienes padecen de tecnoestrés pueden presentar uno o varios síntomas. Los principales y que cualquiera puede identificar fácilmente son dolores de espalda y brazos y ardor en los ojos por el tiempo prologando frente al computador. Otras manifestaciones que quizá necesiten de un diagnóstico médico para poder asociarlas al tecnoestrés son la falta de concentración.  Así como también los trastornos del sueño que provoca el trabajo más allá de las horas reglamentarias.

La recomendación básica para que los empleadores eviten someter al personal al tecnoestrés, es ofrecer espacios y actividades para el despeje de la mente y la desconexión con el trabajo y la tecnología, que le permita contar con empleados saludables y productivos.

Por: Reiter

Fuente: https://efiempresa.com