¿Por qué es tan sencillo caer en la procrastinación? – Blog de Empléate
fade
6357
post-template-default,single,single-post,postid-6357,single-format-standard,eltd-core-1.1.1,flow child-child-ver-1.0.0,flow-ver-1.3.7,,eltd-smooth-page-transitions,ajax,eltd-grid-1480,eltd-blog-installed,page-template-blog-standard,eltd-header-vertical,eltd-sticky-header-on-scroll-up,eltd-default-mobile-header,eltd-sticky-up-mobile-header,eltd-dropdown-default,wpb-js-composer js-comp-ver-5.2.1,vc_responsive

¿Por qué es tan sencillo caer en la procrastinación?

Con cada nuevo día llega una nueva oportunidad de aprovechar al máximo el tiempo y así poder realizar muchas de las actividades que tenemos pendientes, así como para replantearnos algunas cosas que quizás no están resultando como queremos, sin embargo, la procrastinación se hace presente.

¿Te pasa con frecuencia que tienes varias tareas pendientes por hacer y pasan las horas, los días y sientes que algo no te deja avanzar? Es probable que tiendas a caer con frecuencia en la procrastinación y no lo estés notando.

Si no estás familiarizado con el término, te comentamos que la procrastinación es la acción o hábito de retrasar o dejar para después actividades o situaciones que deben atenderse, y que son sustituidas por otras tareas menos relevantes. Pero ¿por qué sucede esto? A continuación, te daremos algunas luces sobre el tema.

Sucede con más frecuencia de la que creemos que, sin darnos cuenta, nos convertimos en expertos posponiendo cosas importantes y al final estamos corriendo de aquí para allá tratando de hacer hasta lo imposible para poder salir de ellas a última hora.

¿Por qué lo hacemos?

Uno de los primeros causantes de esto podría ser la pereza, ya sea porque las cosas que debemos hacer nos aburren o porque de alguna manera esperamos que la musa nos llegue y nos aporte la energía que necesitamos para inspirarnos. Pero esto no solo nos pasa cuando tenemos que hacer cosas “aburridas” si no también con las cosas que nos gustan muchos, ya en este aspecto se lo debemos al estrés inconsciente.

Pero ojo, cuando hablamos del estrés por lo general pensamos que es algo negativo, sin embargo, hay estudios que demuestran que transitar por momentos de estrés, de vez en cuando, tiene su parte positiva. Por ejemplo, cuando sentimos estrés nuestras células tienden a hacerse más fuertes, nuestro cuerpo sintetiza proteínas y nuestro sistema inmune se fortalece.

Un ejemplo de esto lo podemos ver cuando realizamos alguna actividad deportiva, por lo general luego del esfuerzo nos sentimos bien. Además, gracias al estrés logramos producir más adrenalina y noradrenalina, permitiendo que nuestra mente se agudice y poniendo mayor atención a las cosas. Es por eso que nos resulta tan fácil caer en la procrastinación, porque la adrenalina que se dispara, al tener poco tiempo para hacer las cosas, hace que nos concentremos y nos exijamos más. Inconscientemente buscamos el estrés para activarnos. 

Sin embargo, con este aspecto hay que tener mucho cuidado porque hay una delgada línea entre aprovechar el estrés para activarnos o que nos termine pasando factura.

Con esto nos referimos a que puede suceder que calculemos mal y terminemos por incumplir el lapso de tiempo establecido, lo que sin duda nos hará quedar mal con los demás y nos hará sentir mal con nosotros mismos, en este caso, la sensación pasa de ser positiva a muy negativa.

Para evitarlo se pueden seguir tres pasos claves: aceptar el nivel de estrés que tenemos, asumir que somos dueños de nuestro estrés y usar el estrés para nuestro beneficio. Estos pasos marcarán la diferencia y nos ayudará a saber enfrentar de una mejor manera las tareas y situaciones luego de haberlas procrastinado.

Por GGBA

Fuente: https://bit.ly/3k5h8DU

Greasy BolanosGreasy Bolanos
Greasy Bolanos