La formación continua inspira y empodera a los trabajadores
Con todas las transformaciones que se han presentado en el entorno laboral, una de las preocupaciones que muchos de los trabajadores manifiestan en la actualidad es saber si realmente es posible empoderarse, no solo para ser más productivos y avanzar en sus actividades dentro de la oficina, sino también para desarrollar nuevos proyectos que les permitan abrirse paso en el mundo del emprendimiento.
Si bien hasta hace algunos años las empresas solo se enfocaban en tener trabajadores que estuvieran cinco días a la semana y nueve horas al día trabajando sin parar y cumpliendo con lo estipulado en el contrato, sin tomar mucho en cuenta algunos talleres de formación o cursos, lo cierto es que hoy el escenario es muy distinto.
Cada vez es más usual ver que las empresas están haciendo lo posible para capacitar a sus empleados, para que adquieran o desarrollen nuevas habilidades que a su vez puedan aplicar en sus posiciones.
Imaginemos una fuerza laboral a la que su empresa le ofrece programas formativos continuos, le permite desarrollar sus aptitudes y le proporciona una serie de beneficios más allá de un sueldo y un contrato. No es difícil ver en nuestro imaginario a estos empleados con una sonrisa al entrar en las oficinas.
Y es que, más allá del salario, los trabajadores buscan sentirse parte de un proyecto y de una comunidad. Y, en este sentido, resulta más sencillo alinearse todos –empleados y compañía- para conseguir un bien común. Los españoles, por ejemplo, según un reciente estudio de Adecco, priman el salario, sí, pero también se fijan (y mucho) en la salud, el ambiente laboral y el desarrollo profesional.
Entonces ¿cómo contentar a los empleados y que sea, a su vez, bueno para la organización? Con planes formativos continuos. No solo prometen nuevas oportunidades para la compañía y sus trabajadores, también aumentan el rendimiento, mejoran la cultura de empresa, la motivación y los números y, sobre todo, son la mejor herramienta para retener al mejor talento.
La formación dentro de las organizaciones empodera a los trabajadores para asumir nuevos retos e incrementa sus posibilidades de ascenso. Así que la lista de beneficios no es corta. Actualmente muchas compañías prefieren invertir en la formación de su plantilla antes que contratar a alguien nuevo.
Las empresas viven, por tanto, en un nuevo escenario global: hay que saber ser flexible, adaptarse a los nuevos cambios, maximizar la productividad y ser sostenibles en cada paso que se da. La formación es el camino a recorrer para conseguir todos estos hitos.
Por GGBA
Fuente: https://bit.ly/3qJyHgO