
SER TU PROPIO JEFE, LOS PROS Y CONTRAS
Una de las verdades a medias más comunes relacionadas con el emprendimiento es la de ser tu propio jefe. En el fondo una verdad que no es tan mala si consideramos que hay muchos aspectos positivos reales en ser independiente. Aunque, naturalmente, también implica algunos aspectos negativos que vale la pena entender.
En muchos casos el tema del emprendimiento se visualiza solo en dos vías, la primera «ser mi propio jefe” y la segunda, generar dinero. Hay personas que dejan lo que podría considerarse un buen trabajo porque quieren construir lo propio. Sin importar lo difícil que podría ser al inicio, el sueño siempre valdrá la pena y gracias a ello, muchos han llegado a construir un sistema de negocio rentable. El factor “jefe propio» es algo que simplemente llega junto con ello.
PROS DE SER TU PROPIO JEFE
1 Tomas las decisiones tú mismo
Hay una gran satisfacción en poder actuar sobre las corazonadas, adivinar o simplemente hacer lo que hay que hacer. Así que puedes arriesgarte e invertir el dinero sin miedo de fallar. A menudo hablamos de ser propietarios como clave para la satisfacción laboral y cuando eres el jefe, esta te pertenece. No tener que preguntarle a nadie puede significar mucho. Esto puede ser algo muy reconfortante ya que muchas personas se sienten más seguras como conductor que como pasajero. Especialmente en los negocios.
2 Implantas tu propio horario
Quizás eres madrugador o prefieres no trabajar ciertas horas de la tarde para atender actividades personales, o quieres atender ocasionalmente ciertos asuntos sociales. Tal vez te gusta trabajar por ciertos períodos y con gran intensidad. Cuando eres “tu propio jefe”, prescindes la antigua costumbre de estar sentado en una silla durante horas. Te vuelves responsable de tu producción, no de tus horas, a menos que, seas una empresa de servicio al cliente.
3 Estableces tu propio estilo y ambiente de trabajo
Algunos jefes son mejores que otros para la actualización tecnológica, elegir una buena oficina, para adquirir mobiliario moderno, etc.
¿Qué tan rápido es tu Internet? Cuando eres el jefe, eso depende de ti. ¿Te gusta trabajar en un escritorio moderno, en una mesa de sesiones o en cualquier escritorio? Depende de ti. ¿Una buena vista? ¿Buen café en la mañana y en la tarde? Todo depende de ti.
4 Estableces tu ubicación
¿Por qué quedarte a trabajar en una ciudad si prefieres otra? No tomes ese frustrante viaje en metro al centro, si puedes quedarte en tu ciudad. Hacerte amigo de la gente en la cafetería de la esquina o pasar todos los días por ese sándwich de tu preferencia y disfrutarlo como lo mereces, ¿por qué no? Tú eres el jefe. Tú decides.
CONTRAS DE SER TU PROPIO JEFE
1 Tus clientes son tu jefe
En muchas oportunidades tendrás que terminar de trabajar muy tarde, terminarás cansado, estresado y sin mucho tiempo para descansar ya que al día siguiente debes terminar lo acordado con tu cliente ya que son ellos los que están al mando. Necesitarás completar documentos, hacer nuevas ventas, planificar actividades de mercadeo, enviar cotizaciones todo el tiempo. Pero sobre todo cumplir con los plazos de comercialización, con las fechas de entrega, las finanzas, todo. En un negocio, la salud del negocio también es tu jefe.
2 Proveedores, aliados, actividades comerciales son tu jefe
No puedes darte el lujo de faltar a tus compromisos y pensar que puedes tener éxito. Tu palabra es tu activo más poderoso. Las reuniones, los plazos y las promesas son compromisos. Realmente no puedes dirigir un negocio sin ellos.
3 Si tienes empleados, de alguna manera tus empleados son tus jefes
Tú lideras y, te guste o no, el liderazgo es el liderazgo. Lo cual significa que tus empleados te estarán observando. No puedes hacer menos de lo que les pides. Como jefe ese es probablemente el factor más importante en la llamada cultura corporativa o de la empresa.
4 Gastas tu propio dinero
¿Recuerdas el punto tres en los pros, sobre tomar decisiones sobre tus equipos, la tecnología, el internet? Recuerda que luego tienes que pagar por todo lo que decidas que necesitas. Sale de tu presupuesto, no del presupuesto de tu empleador, porque no hay empleador. Cuando los tiempos son difíciles, es posible que no necesites ciertas comodidades, así que la pregunta es ¿puedes pagarlo?
5 Ganas lo que ganas
No tienes garantía de tu salario ni de las compensaciones. Todo depende de ti, tu negocio, tus clientes, tu mercado. El propietario único, el fundador de una startup o el propietario de una pequeña empresa no tiene un empleador que establezca un plan de compensación estable para él. Así que, no hay una garantía real de cuánto tendrás el próximo mes.
Aun con todas las desventajas que pudieran existir, considero que ser tu propio jefe es algo que vale la pena a toda costa. Siempre y cuando seas consciente de los retos que implica y que te comprometas a ser responsable contigo mismo y tus recursos.
Por: Reiter

Fuente: https://bit.ly/3wJLe6V