
Recomendaciones para dejar de postergar proyectos – Parte I
A todos en algún momento nos ha pasado que caemos en postergar proyectos y tareas que sabemos que debemos hacer, pero que por alguna razón terminamos dejándolas de lado y poniendo nuestra atención en otras cosas. ¿Por qué sucede esto?
Las razones pueden ser infinitas, tal vez unas de las más populares sean falta de organización, falta de concentración, falta de ganas, indecisión e incluso desánimo. Factores que sin darte cuenta terminan jugando en tu contra porque tarde o temprano llegará el momento de entregar o cumplir con esa tarea y terminarás llenándote de ansiedad y estrés hasta que finalmente te presionas y la culminas.
Postergar las cosas parece algo inofensivo y que no pasará con frecuencia, sin embargo, aunque no se note, muchas veces termina convirtiéndose en un mal hábito que lejos de ayudarte a “tener más tiempo” termina estancándote. Cuando miras por el retrovisor te das cuenta de que podías haber logrado mucho más si te hubieses enfocado.
Para evitar caer en esto lo más importante es saber diferenciar cuándo puedes y cuándo no puedes postergar las cosas. Al deshacerte de tus tendencias de procrastinación para siempre, todo se volverá más manejable.
En esta primera parte dejamos algunas recomendaciones para dejar de postergar proyectos:
Termina con los malos hábitos
Esto es algo que debes comprender muy bien desde el principio, los malos hábitos como la procrastinación sin verdadero fundamento no te llevarán lejos. Para ello debes modificar tus hábitos. Puedes comenzar trabajando en tu horario de sueño y en tu alimentación. Por ejemplo, cuando duermes lo suficiente y te alimentas equilibrada y sanamente, aumentas las probabilidades de tener más energía física y emocional que te ayudarán a abordar tareas más difíciles o al menos sentirás que puedes.
También debes tener cuidado con la postura de tu cuerpo, no solo al sentarte en el escritorio de trabajo, sino también al dormir y al estar de pie, ya que esto incide de manera directa en tu estado de ánimo. Trata de organizarte lo mejor posible y practica técnicas de salud mental, todo lo que pueda ayudarte a sentirte mejor.
Lleva un control de tu progreso
Una buena alternativa es tener a alguien a quien “rendirle cuentas”, ya sea un familiar o un amigo que te ayude a cumplir con tus lapsos y objetivos, cuando haces esto es más probable que te pongas en marcha para evitar defraudarlos y así asegurarte de que estás progresando.
En el caso de las tareas o proyectos que tengan que ver con el trabajo, quizás lo más recomendable es que acudas a un líder de equipo o gerente que ya te supervise.
Crea un sentido de urgencia
Cuando dejas las cosas para después es porque de alguna manera estás convencido de que la actividad o el proyecto “no es tan importante”, sin embargo, es necesario que tú mismo crees un sentido de urgencia que te permita poder actuar antes de que llegue la fecha tope y estés hasta el cuello con el trabajo.
Una buena estrategia puede ser que, aunque la actividad o el proyecto sea para dentro de un mes, tú lo agendes en el calendario como si fuera para quince días antes, de esta manera podrás poner todo tu empeño para terminarlo en esa fecha y si para entonces no lo has logrado, sabrás que tienes tiempo de sobra.
En la próxima parte continuaremos con las recomendaciones.
Por GGBA

Fuente: https://bit.ly/3EQ5Egk