
¿Quieres emprender? Todo está en la actitud
Emprender es un desafío que tiene sus trucos y aunque muchos lo hagan parecer como algo que se logra de la noche a la mañana, la verdad es que requiere de esfuerzo, experiencia, dedicación y trabajo duro, ya que al comienzo el mundo de los negocios puede ser algo turbulento y estresante. Sin embargo, gran parte del éxito que se logra pasa por la actitud con la que afrontemos nuestra vida y las ganas reales que tengamos de emprender. A continuación, mencionamos algunos secretos que pueden facilitar tu camino en el mundo del emprendimiento y llevar tu proyecto a su máximo potencial.
Refleja seguridad. Una de las mejores maneras de hacerlo es controlando tu postura para evitar que te vean como alguien frágil o de poca confianza en sí mismo. Pon en práctica técnicas para pararte y sentarte erguido de manera natural y sin que se vea forzado. Esto puede marcar la diferencia para que te vean como todo un ganador. Evita doblar los hombros o mantener la mirada pegada al suelo, enfócate en ver a la gente a los ojos y mantén la frente en alto.
Cuida tu modo de caminar. Hay quienes pasan esto por alto y les juega en contra. La clave es caminar como un ganador, es decir, con paso firme y sin titubear, de esta manera quienes te ven logran percibirte como una persona que sabe a dónde quiere llegar y que tiene todas las herramientas para ganar. Transmite esa confianza en lo que eres y lo que haces.
Pon especial atención al lenguaje no verbal. Sin duda uno de los aspectos que puede contribuir a impulsarnos o hundirnos. El lenguaje no verbal es eso que decimos sin palabras y se trata de lo que nuestro cuerpo refleja. Por ejemplo, apretar los labios cuando hablamos, cruzar los brazos o mover los pies al estar sentados, son cosas que pueden demostrar inseguridad y falta de control ante los demás. Una de las partes del cuerpo que más fácilmente delata la inseguridad o el temor son las manos, básicamente cuando no dejamos de moverlas. Trata de buscar una postura relajada que te ayude a transmitir que realmente sabes lo que dices.
Exprésate de manera serena y cuida la dicción. Con esto queremos decir que es importante ajustar el tono de voz para que se adapte a la ocasión en la que estés en ese momento. En este caso y para demostrar que eres una persona de fiar, se recomienda utilizar un tono sereno y modulado que refleje tranquilidad y confianza. Evita hablar de prisa o en tonos muy altos, trata de tomar pausas para que los demás puedan entender bien el mensaje que les das y ten una actitud relajada. Pronuncia correctamente cada palabra y planifica muy bien lo que vas a decir, de esta manera puedes encontrar posibles fallos en tu discurso y podrás hacer lo necesario para corregirlos a tiempo.
Cuida la sonrisa. Esto es fundamental, ya que dependiendo como sea y en el escenario en que se presente, puede llegar a tomarse como burlona, vanidosa o, incluso, denotar inseguridad. Inclínate más por una sonrisa natural que surja de manera espontánea y en los momentos adecuados, esto es señal de confianza.
Por GGBA
